“No es una crema de lujo, es una crema de uso”.
De este eslogan hace más de un siglo y medio. Y sigue más vigente que nunca.
Necesitas una crema que te acompañe, que sea ideal para tu piel y la de tu familia. En la que confíes plenamente. Como esa amiga del alma que nunca te falla.
Con una alta dosis de eficacia y otra de protección. Y con aromas que te recuerdan lo bien que se está en casa.